Todo empezó cuando Abi, una niña diagnosticada con autismo, decidió que su comida favorita era nuestro pollo, convirtiendo así a su familia en clientes frecuentes. A través de ellos, conocimos su valioso trabajo en beneficio de niños y jóvenes con discapacidad mediante la organización Alas Nací para Volar.
Desde 2019, esta organización trabaja activamente con voluntarios y organiza campamentos para personas con discapacidad y sus familias.
En el campamento de 2024, nos sentimos honrados de poder servir una comida para 230 personas como parte de nuestro apoyo social a las causas más nobles. Este gesto refleja nuestro compromiso con la inclusión y el bienestar de la comunidad.
Nos enorgullece formar parte de iniciativas que brindan apoyo y alegría a quienes más lo necesitan.
El trabajo de Alas Nací para Volar es un ejemplo inspirador de cómo la dedicación y el esfuerzo colectivo pueden generar un impacto positivo en la vida de las personas con discapacidad.
Nos complace contribuir a esta causa y esperamos seguir apoyando sus actividades en el futuro. Gracias a todos los involucrados por permitirnos ser parte de esta maravillosa labor.